Citas del Sínodo. – Transparencia proactiva ofrecida por los católicos laicos de la “Iniciativa Nuevo Comienzo”.
No es solo en Alemania donde existe una alta preocupación entre los católicos de una fragmentación o incluso una división de la Iglesia católica en Alemania. Esta preocupación surge principalmente de los debates y papeles del así llamado “Camino Sinodal” alemán.
El debate alemán no quedará sin impactos en la Iglesia universal y se canalizará en las deliberaciones del proceso sinodal mundial iniciado por el Papa Francisco. Por ello, es aún más importante que todo el mundo sepa lo que realmente se está votando en Alemania. Numerosas cartas de preocupación y advertencias de obispos y cardenales a sus cohermanos en Alemania, pero también de Roma y del mismo Papa Francisco dan testimonio de la creciente preocupación. Como regla general, no recibieron ninguna respuesta, o solo palabras evasivas y eufemísticas.
De hecho, a muchos obispos y funcionarios les gusta calmar a los medios de comunicación con expresiones como por ejemplo: son solo “sugerencias”; se trata de un “proceso abierto” y de un “diálogo”; por supuesto que el Papa tiene la última palabra; no hay intención de separarse de la Iglesia universal.
Pero de hecho, la mayoría de los obispos aprobaron los textos que socavan el Magisterio de la Iglesia y destruyen la enseñanza actual de la Iglesia sobre la antropología cristiana (“creados como hombre y mujer”), el amor, el matrimonio y la sexualidad. Es más, la presidencia del Sínodo en Alemania, incluso anunció que no quería respetar el resultado negativo de la votación contra el Texto Base del cuarto Foro “Vivir en relaciones exitosas”. El documento que eleva escandalosamente la práctica homosexual y bisexual al nivel de variante normativa de la sexualidad humana, fue derribado por 21 obispos valientes en una votación. Sin embargo después de ello, varios obispos alemanes declararon, contra cualquier comprensión de sinodalidad y también contra cualquier comprensión democrática, que, sin embargo, continuarán orientándose en sus diócesis con la propuesta rechazada.
El obispo Georg Bätzing anunció, por sí solo, que llevaría el texto al proceso sinodal mundial y también lo presentará para la visita ad limina de los obispos alemanes en Roma. Nos preguntamos: ¿cuál es el sentido de los debates y votaciones del Camino Sinodal, si cada uno de los resultados “no deseados” son simplemente ignorados, incluso por el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania.
Muy pocos católicos en Alemania, y mucho menos en el mundo, se han abierto camino a través de las montañas de papel que presentan y deciden allí en nombre de una “reforma” muy citada y con el pretexto de que están trabajando para superar el escándalo de los abusos. Aunque se dice que allí se discuten los deseos de los creyentes y sus anhelos de reformas. Pero en la práctica son muy pocos los católicos que participan en este debate, que es promovido principalmente por funcionarios de la Iglesia. No pocos católicos en Alemania lo rechazan también deliberadamente porque no quieren tener nada que ver con eso, además porque de todas formas no serán escuchados.
Al mismo tiempo, no hay unidad en los discursos mediales y de opinión pública -especialmente también entre los teólogos- sobre la cuestión de lo que realmente se decide en el Camino Sinodal. Si eso sigue siendo compatible con la enseñanza de la Iglesia católica, o si el supuesto proyecto reformador del “Camino Sinodal” está maniobrando a la Iglesia en Alemania hacia un cisma.
Trasparencia a través de las citas originales
Como iniciativa de laicos católicos, hemos decidido traer luz a la oscuridad de los innumerables Textos Básicos y hemos compilado una recopilación de los temas y citas más importantes del Texto de Orientación y de los cuatro Foros del Camino Sinodal para usted y todos los interesados, y todo traducido a varios idiomas (español, inglés, italiano). Encontrará los textos a continuación en los respectivos idiomas para descargar en este enlace. Dejemos que los textos hablen por sí mismos, lo que aporta más claridad y transparencia que las interpretaciones mediáticas que circulan y se difunden en gran cantidad. ¡Simplemente lea usted mismo lo que realmente dice el Camino Sinodal alemán!
Les pedimos que lean los resúmenes de las citas originales de las resoluciones del Camino Sinodal alemán y, como católicos, si les parece, tomen frente a ello una posición. Como católicos en Alemania queremos cuidar la unidad de la Iglesia universal y les pedimos su oración y apoyo.
Quedamos a su disposición,
Iniciativa “Nuevo Comienzo” desde Alemania.
A continuación encontrará los 5 documentos, cada uno de ellos como texto completo ampliable en la página de inicio y como descarga en PDF en los enlaces. Sí, puede y debe sentirse libre de compartirlo.
Texto orientador para el Camino Sinodal “En el camino de la conversión y de la renovación – Fundamentos teológicos del camino sinodal de la Iglesia católica en Alemania”
(Texto finalmente decidido por el Camino Sinodal en la Asamblea Sinodal del 3 de febrero de 2022)
El más alto Magisterio de la Iglesia ha presentado recientemente la enseñanza vinculante sobre la revelación, teniendo en cuenta toda la tradición, es decir, el Concilio de Trento y el Concilio Vaticano I, en la constitución dogmática sobre la revelación divina Dei Verbum del Concilio Vaticano II. La presentación de esta enseñanza no es un dogma en sentido formal, pero como acto del más alto Magisterio y como testimonio de la continua tradición doctrinal, goza del más alto grado vinculante.
De esta exposición del Magisterio resulta una arquitectura de la epistemología teológica que refleja esta naturaleza vinculante.
En general, se puede decir que el texto de orientación del Camino Sinodal disuelve esta arquitectura y la desplaza fundamentalmente. El pragmatismo del texto revela el objetivo de desplazamiento tectónico: se trata de preparar la revisión de la enseñanza cristiana, en la que se nombran fuentes de revelación (“historia”, “signos de los tiempos”), que van más allá de la revelación de Dios que se completa y finaliza escatológicamente en Jesucristo revelación de Dios (cf. DV 4 y de hecho ya DV 2).
Además, se disuelve la unidad entre la Escritura, la Tradición y el Magisterio (cf. DV 10), que es decisiva para Dei Verbum. En consecuencia, se ignora la única autoridad última del Magisterio para interpretar la Palabra de Dios (cf. ibíd.).
En resumen, hay que afirmar que el texto rompe con la más alta enseñanza magisterial de Dei Verbum en puntos centrales. Lo hace claramente, pero no abiertamente. El texto encubre el contenido con un aparente lenguaje tradicional. Por ello, es necesario analizar con precisión las partes débiles del texto.
En el Nr. 10 del texto orientativo y en la arquitectura posterior de ese texto es decisiva la disolución de la unidad entre la Escritura, el Magisterio y la Tradición, y que Dei Verbum 10 postula como una unidad programática. El Magisterio está siendo aquí separado (en contra lo afirmado por DV 10) de la Escritura y de la Tradición: se subordina al sentido de fe de los creyentes y a los signos de los tiempos, y finalmente se debe ordenar y adaptar a la teología. Este cambio fundamental determina toda la arquitectura posterior del texto de orientación. Por tanto, no se trata de una inexactitud, sino claramente de una opción sistemática.
Los llamados „signos de los tiempos“ son de hecho ya considerados en el texto debido a su potencial calidad de revelación, si es necesario, fuentes normativas de conocimiento de la enseñanza en las que se puede reconocer la voluntad de Dios. En última instancia, esto confirma claramente la interpretación ciertamente auténtica dada por el obispo Georg Bätzing en el texto de orientación en la disputa con el cardenal Koch. La forma en que está formulada aquí indica claramente un conflicto con la afirmación de que la revelación es completa en Jesucristo (DV 4, cf. 2).
A través de la disolución de la conexión entre Escritura, Magisterio y Tradición, la Escritura y la Tradición se vuelven ambiguas porque se les pueden asignnar diversos significados, lo que también se afirma claramente en el texto de orientación. La vinculación entre Escritura y Tradición que debe ser determinada por el Magisterio, pasa ahora en ese texto a ser determinada por la teología. La pregunta “¿quis judicat?” (¿quién juzga?) se responde así más o menos abiertamente con referencia a la teología académica. Porque ésta última es también intérprete del sentido de la fe y de los signos de los tiempos.
A lo largo de todo el texto, al Magisterio se le asigna casi exclusivamente la función testimonial; su capacidad para tomar decisiones vinculantes y autorizadas (por ejemplo, en casos de conflicto), no representa ningún papel de forma sistemática, ni tampoco la idea de una forma doctrinal obligada construida en las sentencias judiciales, que es el punto de partida y de referencia de todo desarrollo y profundización legales.
Esto es una vez más una indicación de la pragmática del texto: se trata de la preparación de la revisión de la doctrina cristiana, que no profundiza en la forma doctrinal anterior, sino que la niega (se pueden mencionar como ejemplos la antropología, la ética sexual y la doctrina del matrimonio y la doctrina del ministerio episcopal).
Traducción de las citas originales (según la numeración de las líneas en la versión alemana):
(10) Los „lugares“ más importantes de la teología son la Sagrada Escritura y la Tradición, los signos de los tiempos y el sentido de la fe del pueblo de Dios, el Magisterio y la teología. Ningún lugar puede sustituir a los demás; todos necesitan discernimiento y conexión mutua. Todos estos „lugares“ necesitan ser redescubiertos y reconectados en cada tiempo para que la fidelidad de Dios a la promesa pueda renovar la fe de la Iglesia de generación en generación. Cada uno de estos lugares tiene un excedente de la promesa en cualquier momento, que no puede ser disminuido por otros “lugares” u “otros „tiempos”, sino que sólo puede ser reforzado.
(30) “Las reformas son una parte integral de la Tradición: la liturgia cambia; la doctrina se desarrolla; la caridad se despliega. En su dinámica, la Tradición es el proceso de reexaminar la forma actual de la Iglesia y de la fe para recibirla y modelarla siempre de manera nueva don de Dios. La Tradición de la Iglesia está abierta al contexto de nuevos descubrimientos, nuevas miradas y nuevas experiencias que desafían la fe transmitida y exigen nuevas respuestas que den un testimonio más profundo de la verdad revelada por Dios, al servicio del crecimiento de la Iglesia, el anuncio del Evangelio y la comunión con todas las personas a las que se extiende la gracia de Dios. La filosofía y la sabiduría de los pueblos, las ciencias y las artes, la vida de los pueblos y las obras sociales de la Iglesia han sido y son factores inspiradores para el continuo desarrollo y el despliegue siempre nuevo de la Tradición. Las voces proféticas se encuentran no solo dentro sino también fuera de la Iglesia. Las condiciones de vida y las actitudes de la gente cambian a lo largo del tiempo; estos cambios están moldeados por la Tradición y ayudan a darle forma”.
La interpretación del obispo Bätzing: “El texto de orientación, junto con una serie de textos magisteriales, como la constitución conciliar Gaudium et spes y la encíclica Pacem in terris del Papa Juan XXIII, asumen que Dios, el Creador y Soberano del mundo, también se revela una y otra vez en este mundo y en la historia humana, que su acción y su naturaleza se hacen así reconocibles de forma condensada en los acontecimientos de la historia. Sin embargo, bajo esta consideración, no son de hecho solo “antecedentes para la comprensión”, sino auténticas fuentes para la reflexión de la fe. No solo de la Escritura y de la Tradición, de la teología, del Magisterio y del sentido de la fe de los fieles se puede aprender algo sobre la voluntad de Dios para los hombres y para su Iglesia, sino también de los acontecimientos contemporáneos y de los desarrollos de la historia, por los que el pueblo de Dios peregrina.”
(35) “Los signos de los tiempos indican en qué dirección debe desarrollarse la Tradición. El pueblo de Dios, en virtud del Espíritu y con su sentido de fe, reconoce, por dónde avanzan los caminos de la fe: lo que hay que conservar del pasado y lo que hay que descartar, lo que hay que seguir desarrollando y lo que hay que integrar de nuevo. La teología refleja lo que puede validarse como Tradición, lo que en ella (en la Tradición) ha sido válido y lo que puede llegar a ser válido.
(43) “El signo de los tiempos, que el clamor de las víctimas de abuso sexual marca poderosamente, no queda sin consecuencias. Introduce en el campo de visión otras cuestiones de la vida eclesiástica, algunas de las cuales han estallado hace tiempo: la cuestión del poder y el deseo de la separación de poderes; la futura viabilidad de los estilos de vida sacerdotales; el deseo de la igualdad de acceso de todos los géneros a los ministerios y cargos de la Iglesia; la recepción de los resultados de las investigaciones actuales en la moral sexual de la Iglesia. También podrían ser signos de los tiempos. También ellos quieren ser interpretados tras las huellas de la presencia de Dios y su consejo. También para ellos se aplica lo siguiente: “ no extingáis el Espíritu, ni despreciéis las profecías; sino examinad todas las cosas, retened lo bueno” (1 Tes 5, 19-21).”
(48) “Ningún juicio personal de conciencia podría perdurar en el tiempo si se cerrara a los pros y a los contras de las consideraciones comunes con los demás. (…) No en vano la palabra conciencia se refiere al conocimiento común, a la conscientia, a la syneidesis (1 Cor 10, 28). Pero al final siempre se apela a la propia perspicacia, al propio juicio, a la propia decisión. La decisión final, muy personal y consciente, sobre la propia conducta vital es vinculante, incluso si resulta haber sido tomada por error. Ignorar la conciencia, controlarla desde fuera, apagarla o, incluso, descuidarla, sería negar el centro personal del ser humano y su dignidad creada por Dios. La conciencia, por su parte, se orienta a la luz de la fe.”
(49) “La conciencia de los creyentes se sirve de los hallazgos de las distintas ciencias. Pero esto también demuestra que el sentido de la fe no establece una reivindicación exclusiva de la propiedad por parte de los creyentes individuales. El sentido de la fe de los creyentes empuja a un con-senso, a un sentido comúnmente compartido, aunque no siempre se alcance ese consenso y la comunidad de creyentes tenga que convivir con el disenso durante un tiempo. La Iglesia no es sólo una comunidad de recuerdo, sino también una comunidad de diálogo.”
(62) “Así, la teología tiene también la tarea de contrarrestar las tentaciones fundamentalistas cuando las posiciones de individuos o grupos se absolutizan de manera incapaz de dialogar y deben ser retiradas de cualquier debate. En la comunidad científica de la teología, la autocorrección resulta del discurso científico crítico. En el diálogo con la autoridad docente, también es necesaria una respuesta crítica, para ambos interlocutores.“
(68) “La cuestión de la adecuada participación de todo el pueblo de Dios en las deliberaciones y decisiones en la Iglesia se plantea en todo el mundo y exige nuevas respuestas. Por encima de todo, hay que escuchar a los afectados y supervivientes de los abusos. Sus experiencias, su indignación y sus quejas deben encontrar eco en la enseñanza y la práctica de la Iglesia. Ya para las Sagradas Escrituras, las experiencias de las personas y la proclamación de la Palabra de Dios van inseparablemente unidas. Nadie puede separarlas.”
Enlace al documento original en alemán:
Foro Sinodal I: “Poder y división de poderes en la Iglesia”
Segunda lectura – Texto base (aprobado en la asamblea el 3-5.02.22)
La problemática a lo largo de todo el texto básico consiste en que se intercambia la “potestad espiritual” de la Escritura con el concepto de poder, que es ampliamente discutido en la sociedad contemporánea.
Con ello entonces, el discurso sobre el poder se empalma con el abuso de poder, fijado exclusivamente en la Iglesia católica. Las “causas sistémicas” se proyectan únicamente sobre las estructuras clericales con lo cual, cada estructura jerárquica es sospechosa de abuso de poder. Desde este presupuesto hermenéutico erróneo, se derivan otras tergiversaciones.
En el texto se desmorona la unidad compleja (cf. Lumen Gentium Nr 8 “una sola realidad compleja”) entre la realidad espiritual de la Iglesia y su estructura social. Los dos aspectos solo se yuxtaponen de forma aditiva. De este modo, se echa de menos, principalmente, la sacramentalidad de la Iglesia, fundamental para el Concilio y en la que se plenifica esta unidad. Pero también con ello la estructura básica de la eclesiología enseñada de forma vinculante por el Concilio. Esta falla fundamental determina el texto en su conjunto.
En consecuencia, la compleja dialéctica entre la potestad espiritual y el servicio humilde en el servicio sacramental de la Iglesia, que se fundamenta en la misión, se entiende exclusivamente en términos de su posibilidad de abuso. Sí, se reduce antropológica y sociológicamente al concepto del ordenamiento del poder y, con ello pierde en su verdadera esencia teológica. En última instancia, el texto identifica fundamentalmente la potestad espiritual del cargo de conducción en la Iglesia, tal y como se ha entendido canónica y dogmáticamente hasta ahora, con una causa sistémica de abuso. De esta manera, se priva al ministerio episcopal de sus fundamentos teológicos tal como los desarrolló Lumen Gentium.
La consecuencia práctica es el intento de resolver el problema del abuso de poder en la Iglesia mediante la “neutralización” de la potestad episcopal en organismos pseudo-sinodales permanentes. El cardenal Walter Kasper ha señalado que estos cuerpos sinodales permanentes no tienen cabida en la constitución teológica de la Iglesia. Además, se orientan, en última instancia, hacia modelos de orden político secular (parlamento, separación de poderes, ‘checks and balances’, etc.). No se percibe suficientemente la complejidad de la relación entre el orden político y el orden sacramental de la communio eclesial. Igualmente poco se reconoce la relación entre la responsabilidad pastoral y la participación. El “problema del poder”, que solo puede resolverse espiritualmente, solo se traslada, en última instancia, a los comités. Mediante la pretendida neutralización de la responsabilidad episcopal se daña la sustencia del ministerio episcopal.
El Foro 1, se ve afectado también por el rumbo marcado por el texto de orientación. El texto afirma explícitamente la posibilidad de una “pluralidad” de la enseñanza eclesial, y que se extiende hasta la contradicción directa en cuestiones esenciales.
Con la desvinculación de la constitución social de la esencia espiritual de la Iglesia y la afirmación de la posibilidad de una forma contradictoria de la doctrina, el pragmatismo del texto se hace evidente. Al igual que en el texto de orientación, se trata de preparar la revisión de la enseñanza previamente vinculante hasta el punto de la negación.
Traducción de las citas originales del texto en alemán:
(8-12): “La Iglesia católica está en una profunda crisis. Sin embargo, sólo podrá cumplir su misión si reconoce el carácter, las causas y las dimensiones de esta crisis, si la enfrenta y trabaja seriamente en las soluciones. Esto se aplica sobre todo a las causas sistémicas del abuso de poder y de la violencia sexual y espiritual.”
(22-26): “La conversión y la renovación de la Iglesia conciernen especialmente a su ordenamiento del poder. Porque la Iglesia, según Lumen Gentium 8, es una grandeza espiritual, pero es también una sociedad constituida en este mundo, porque solo así puede servir.”
(31-42): “El escándalo de los abusos plantea a la Iglesia católica la cuestión sobre por cuál espíritu se deja guiar. Sólo el pueblo de Dios en su conjunto puede dar una respuesta a esta pregunta. Por ello, el sentido de la fe de todos los bautizados exige más responsabilidad compartida, acción cooperativa y derechos de participación exigibles. Además, la corresponsabilidad crea transparencia en el uso del poder eclesiático. El estudio del MHG ha demostrado de manera impresionante y con una variedad inquietante que la violencia sexual de clérigos contra niños y jóvenes, el encubrimiento de hechos y la protección de los perpetradores, no sólo tienen causas psicológicas individuales, sino también sistémicas.”
(61-73): “Se requiere un cambio en la estructura de la potestad eclesial para que la inculturación en una sociedad democrática y libre y constitucional sea un éxito. No se trata de una adopción acrítica de la práctica social; porque la Iglesia tiene también una misión profética-crítica hacia sus interlocutores sociales. Pero en muchos lugares, la sociedad democrática ya no puede entender y comprender el ordenamiento eclesial del poder. Sí: la Iglesia es públicamente sopechosa de discriminar a las personas con su propio sistema jurídico, de socavar las normas democráticas e inmunizarse contra las los cuestionamentos críticos sobre sus enseñanzas y estructuras organizativas.”
(272-281): “El Concilio Vaticano II destacó renovadamente a los fieles y su sentido de la fe (cf. Lumen Gentium 12) y los “signos de los tiempos” (Gaudium et Spes 4) como “lugares teológicos”: entre ellos, la importancia de los conocimientos adquiridos externamente para una comprensión más profunda del Evangelio, así como un diseño contemporáneo de las estructuras eclesiales (cf. Gaudium et Spes 44). También incluye la interpretación dialogada de la Palabra de Dios por parte de los laicos creyentes, por la teología científica y por el Magisterio de la Iglesia. La determinación de esta estructura de forma diferenciada tiene consecuencias para la comprensión del poder y la división de poderes en la misión de la Iglesia, que se explicarán a continuación.”
(287-290): “La revelación de Dios ha sido dada por una sola vez y para siempre, pero su recepción e interpretación tienen lugar de forma humana, es decir, en el contexto de procesos de comprensión histórica y culturalmente determinados, ya en la Biblia.”
(329-333): “Queremos aprender a vivir la diversidad teológica en unidad eclesial. La pluralidad como diversidad legítima de diferentes convicciones centrales, también intraeclesialmente, la Iglesia y la teología han sido y son plurales. La diversidad no es una debilidad de la Iglesia ni un fallo de conducción por parte de los responsables.”
343-359): “Esto no nos exime de buscar constantemente esta verdad de la historia de la salvación, en la diversidad de tiempos, formas culturales y desafíos sociales concretos. Sólo se puede hablar honestamente de la única verdad que se nos ha confiado si se es consciente de la complejidad de tales planteamientos y se abre el espacio discursivo para ello sin restricciones. Este manejo sensible a la ambigüedad de la complejidad se debe al carácter histórico de la verdad salvífica y, al mismo tiempo, resulta ser una característica fundamental de la contemporaneidad intelectual, especialmente en la actualidad. Es por tanto un requisito básico de la teología actual. Para la teología, no existe una perspectiva central, ni una verdad de lo religioso, la moral y la política, ni una forma de pensamiento que pueda reclamar la autoridad última. También en la Iglesia, los légítimos puntos de vista y las formas de vida pueden concurrir entre sí, incluso con respecto a las convicciones fundamentales. Sí, pueden, incluso al mismo tiempo plantear teológicamente la verdad, la corrección, la comprensibilidad y la honestidad y aún así ser contradictorios entre sí en sus expresiones o en el lenguaje.”
(415-418): “Un sacramento debe tener un efecto sensible. Con miras a la Iglesia, esto implica que la significación y la credibilidad deben expresarse estructuralmente (Lumen Gentium 8). En la Iglesia, el ordenamiento jurídico y su ejercicio deben ser dignos de la confianza de los fieles. (…) la cultura jurídica de la Iglesia debe orientarse hacia los derechos fundamentales y humanos.”
(490-496): “La tarea eclesiológica que debe cumplirse hoy es redefinir de forma nueva, tanto en la comprensión del ministerio sacramental como en la comprensión y práctica de las tareas de conducción, la interrelación del sacerdocio común de todos y el sacerdocio especial o ministerial. Es importante que la estructura de la communio en la Iglesia encuentre una forma social y jurídica que imposibiliten las relaciones unilaterales de poder y que las oportunidades de participación sean vinculates para todos.”
Enlace al documento original en alemán:
Foro I, texto de acción: “Consultar y decidir juntos”.
(Texto para la segunda lectura, aún no votado)
La compromiso vinculante del obispo y el párroco con las decisiones de dos tercios del consejo sinodal es la introducción de prácticas parlamentarias en la estructura comunional de la Iglesia. Los miembros dominan a la “cabeza”, la communio se convierte en un consilium (un parlamento).
Estructuralmente, este auto-compromiso se consolida aún más por el hecho de que un obispo que se oponga debe someterse a una segunda votación. Si aún se resite, se convocará un tribunal de arbitraje, sobre cuya composición probablemente no tenga ninguna influencia.
Traducción de las citas originales del texto en alemán:
“Si no se llega a una decisión jurídicamente efectiva porque el obispo no está de acuerdo con ella, se procederá a una nueva deliberación. Si tampoco en este caso se llega a un acuerdo, el Consejo puede objetar
el voto del obispo por mayoría de dos tercios. Si no se llega a un acuerdo porque el obispo también se opone a esta decisión, se abre un procedimiento de arbitraje, cuyas condiciones se han fijado de antemano y a las que se comprometen todas las partes involucradas. En este procedimiento, podrán participar obispos y representantes sinodales de otras diócesis.”
Enlace al documento original en alemán:
Foro I, texto de acción: “Fortalecer de manera sostenible la sinodalidad: un Consejo sinodal para la Iglesia católica en Alemania”
(Texto para la segunda lectura para la cuarta Asamblea Sinodal (8-10.09.22). Votación: 170 sí, 4 no, 15 abstenciones. 59 obispos presentes con derecho a voto: 43 sí; 6 no; 10 abstenciones).
Aquí, el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), es trasladado al mismo nivel de los obispos, aunque originalmente se fundó solo como una representación laica para defender los intereses de la Iglesia contra las intromisiones del Estado. Ahora se tiene la impresión de que se deben defender los “intereses de la Iglesia nacional” contra las intromisiones de la Iglesia romana y universal.
A través de las estructuras parlamentarias ya adoptadas en el texto de acción “Discernir y decidir juntos”, son disciplinados los obispos de la Iglesia local, romana, u orientados hacia la Iglesia universal.
Traducción de las citas originales del texto en alemán:
(23-36): “La Asamblea Sinodal decide constituir un Consejo sinodal según lo establecido en los cánones 127 y 129 del Código de Derecho Canónico. Para la preparación del Consejo sinodal, la Asamblea sinodal creará un Comité sinodal, formado por los 27 obispos diocesanos, 27 miembros elegidos por el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK) y 10 miembros elegidos conjuntamente por ellos. Este comité estará gestionado por la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) y el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) conjuntamente. Está presidido por el presidente de la DBK y el presidente de la ZdK“.
Enlace al documento original en alemán:
La abreviatura MHG significa “Mannheim, Heidelberg, Gießen”, que son las sedes de los centros de los investigadores implicados.
Foro Sinodal II “La vida sacerdotal hoy”
Segunda lectura – Texto base “La vida sacerdotal hoy”
(aprobado en la Asamblea Sinodal 08-10.09.2022)
Segunda lectura – Texto de acción “Eliminando tabúes y normalización – votación sobre la situación de los sacerdotes no heterosexuales”
(versión aprobada el 10.09.2022)
Segunda lectura – Texto de acción “El celibato de los sacerdotes – fortalecimiento y apertura”
(aprobado en la Asamblea Sinodal 08-10.09.2022)
Los textos adoptados por el Foro son poco claros, a menudo incomprensibles y, en parte, incluso, contradictorios. Por un lado, hay formulaciones bastante tradicionales sobre el sacerdocio, incluidas posteriormente tras las objeciones, notas y citas de papas y concilios. Por otra parte, cualquiera que conozca la situación de la teología alemana encontrará de nuevo en los textos la agenda liberal para la abolición del sacerdocio ordenado. En contraste con el Concilio, la gran mayoría de los participantes quiere romper con él y llevar a cabo una concepción protestante del sacerdocio.
(Texto base N.º 1): “Muchas de las preguntas actuales sobre el tema de la vida sacerdotal se han planteado desde hace ya 50 años y todavía no han obtenido una respuesta satisfactoria. En este contexto, el sacerdocio ministerial es cuestionado en todas sus dimensiones.”
(Texto base N.º 1): “Un sacerdocio ministerial que teóricamente debiera estar reservado solo para hombres heterosexuales parece cuestionable e incompatible con la práctica real.
La exclusión de las mujeres del sacerdocio genera una incomprensión y su revisión es explícitamete reclamada. La justificación del celibato como forma de vida sacerdotal obligatoria ya no se acepta en gran medida.
Se exige explícitamente la capacidad de discutir la homosexualidad entre los sacerdotes.”
Según el texto, la realidad de la vida de las personas se considera una fuente de conocimiento teológico: por lo tanto, una declaración de fe o una información teológica queda obsoleta si ya no se entiende ni se comparte: lo verdadero es sólo lo que se puede comunicar o lo que se recibe. Sin embargo, en la comunicación con el mundo exterior y también con Roma, se muestra una cara diferente. Los portavoces de los obispos alemanes apaciguan: no se le quita nada a nadie; pues no se cambia la doctrina en absoluto; sólo la acentúan y la profundizan más.
Los textos originales hablan un idioma diferente: en primer lugar, la agenda se detalla en los llamados textos de acción. En segundo lugar, los términos tradicionales se utilizan de forma ambigua y se relativizan constantemente. Dos ejemplos:
“Sacramentalidad” podría entenderse en algunos lugares en el sentido de la definición clásica de ‘signo’ que efectúa lo que significa. Pero esto no se dice nunca, y en general sólo puede usarse en forma análoga: “sacramental” solo en el sentido de una presentación simbólica que permite a los fieles “experimentar” algo, que les “aclara” algo, o que puede desaparecer.
(Texto de acción del celibato, a): „Un sí al sacerdocio sacramental, que es tan constitutivo para nuestra Iglesia católica como el sacerdocio común de todos los bautizados, a cuyo servicio está el sacerdocio sacramental. Un sí a que la gente pueda tener experiencia de sacerdotes que prometan la salvación y la hagan tangible en los momentos claves de su vida, con sus altibajos. Sí a un ministerio sacerdotal que permite experimentar de muchas maneras la presencia permanente y la eficacia de Jesucristo en medio del mundo.”
(Texto base N.º 5.4): “Sin embargo, se corre el riesgo de que el estilo de vida celibataria se marginalice cuando su naturaleza simbólica ya no es sostenida por una gran parte del pueblo de Dios. Además, la sacramentalidad está en juego cuando el celibato no se comprende espiritualmente ni se vive de forma concreta y creíble, socavándose tácita y colectivamente cuando se lleva una doble vida tolerada por la autoridad eclesial.”
La manera en la que un laico representa a Cristo, apenas se distingue de la “representación de Cristo” del sacerdote. Por un lado, el sacerdote se entiende como un símbolo de la gracia y salvación que nos llegan ‘extra nos’, inmerecidamente, de Dios; por otro lado, todo esto se relativiza enseguida:
(Texto base N.º 4): “Según la tradición católica, el ministro ordenado mantiene presente en la Comunidad, de forma constitutiva, lo esencial de la promesa y la pretensión divina.
(Texto base N.º 5.2): “Cada bautizada y cada bautizado representa a Cristo, el único “sumo sacerdote, según el rito de Melquisedec” (Heb 5, 10), que hizo de su Iglesia un reino de “sacerdotes para su Dios y Padre” (Ap 1,6).
(…) Debe distinguirse en esto la representación de la presencia de Cristo del sacerdote que administra los sacramentos que le están reservados, especialmente en la celebración de la Eucaristía. En los textos magisteriales queda claro que la ‘repraesentatio Christi’ sacerdotal no se limita a la celebración de los sacramentos o a la presidencia de la Eucaristía, sino que afecta a toda la existencia sacerdotal. Se abre así la pregunta sobre la relación entre la representación de Cristo del sacerdote fuera de la celebración eucarística y la representación de Cristo que corresponde igualmente a todos los fieles. Más allá de sus acciones sacramentales, la existencia sacerdotal no se diferencia de la de todos los creyentes. El hecho de que la ‘repraesentatio sacramental’ del sacerdote de forma a toda su existencia, no significa que él sea diferente en la vida cotidiana.”
La participación especial del sacerdote ordenado en el sacerdocio ministerial de Cristo y la formación igualitaria como ‘imago Christi’ para la ofrenda del sacrificio de Cristo ‘in persona Christi’, el perdón de los pecados y su tarea de llevar a cabo el ministerio sacerdotal públicamente ante los hombres en nombre de Cristo, se asemeja a una cita de Presbyterorum Ordinis (PO) en el punto 30. Pero no ve la una justificación del sacrificio de la vida sacerdotal de asumir el estilo de vida de Jesús con el compromiso del celibato.
La caridad pastoral (Pastores dabo vobis, de Juan Pablo II) relacionado con la misión pastoral de Jesús no se menciona en ninguna parte. La diferencia, no sólo en esencia, sino también en grado entre el sacerdocio especial y el común se cita también de forma abreviada en la Lumen Gentium (LG 10). Pero ese modo de hablar es desechado como un incomprensible aristotelismo ontológico; y la diferencia específica del sacerdote, allí expresada, en virtud de su autoridad sagrada para ejercer los tres ‘munera Christi’, se reduce de forma horizontal, siendo intercambiada posteriormente, como sigue:
(Texto base N.º 5.3): “…la diferencia esencial es el servicio sacramental en beneficio de la unidad de la comunidad y de la vida comunitaria. El servicio de unidad ya descrito, también lo realiza el sacerdote en su ministerio de conducción. (…) El ministerio de conducción es un concepto amplio y abierto. La conducción consiste, esencialmente, en permitir a muchos la posibilidad de participar en las diversas funciones de la Iglesia. La conducción busca los dones del Espíritu y permite que se pongan al servicio de la unidad de la Iglesia.”
(…) El liderazgo sacerdotal (…) debe entenderse desde el punto de vista teológico como un magisterio o ministerio de enseñanza. Proclamar el Evangelio es la tarea principal del ministerio de conducción.”
La necesidad de la ordenación sacerdotal no se justifica con el ‘extra nos’ de la gracia concedida a los cristianos por la encarnación, la cruz y la resurrección de Cristo, que nadie puede simplemente tomar o “producir”, porque sólo un sacramento permite la administración de los sacramentos de Cristo. Más bien, la diferencia esencial que justifica la ordenación, sólo se explica, ante la duda generalizada, de forma ‘anti donatista’:
(Texto base N.º 4): “Lo que está en discusión es la necesidad sacramental del sacerdocio ministerial, considerando que, también en las parroquias, el ministerio específico del sacerdote ya no es plausible. Pues muchas parroquias, ante la escasez ya imperante y la previsible disminución de ministros ordenados, buscan, y además encuentran, formas bastante pragmáticas de organizar la vida eclesial también sin sacerdotes.”
(Texto base, Nota al pie 41): “Si dentro de la Iglesia, el Señor da su gracia y salvación a través de los sacramentos, entonces la eficacia del ministerio sacerdotal debe ser garantizada, independientemente de la disposición moral del ministro. Pero eso solo podría expresarse recurriendo a categorías ontológicas.”
La tendencia del texto en su conjunto es clara: hay que nivelar la diferencia específica del sacerdocio ministerial. Sin embargo, no se busca ninguna justificación cristológica, vocacional-teológica, o eclesiológica para el sacerdocio ordenado y el celibato. Así que hay una falta de comprensión de que los apóstoles fueron llamados y enviados antes de que alguien fuera bautizado; que ellos, a su vez, designaron a hombres mediante la imposición de manos para celebrar la Cena del Señor, así como para administrar otros sacramentos y presidir las comunidades. Por lo tanto, se llega a la conclusión:
(Texto base N.º 1): El testimonio bíblico es muy claro sobre este tema. En sentido estricto y más propio, hay un solo (sumo) sacerdote, es decir, Jesucristo. Y se habla del pueblo sacerdotal al que se le ha compartido la redención (cf. 1 Pe 2,9).
Además los textos están estrechamente relacionados con los otros foros sinodales, con referencia
y bajo la exégesis moderna y adoptando acríticamente las afirmaciones hipotéticas y las sugerencias de investigación de un estudio sobre los abusos (estudio MHG), se afirma que: la teología obsoleta del sacerdocio, el clericalismo, el celibato obligatorio, así como la negativa a ordenar a mujeres y homosexuales como sacerdotes han favorecido los abusos sexuales. Quien no considere bueno el cambio en la moral sexual del Catecismo de la Iglesia que apoya el Foro IV, es decir, la legitimidad del sexo genital no heterosexual de todos los sexos posibles entre sí, ese “discrimina”, y
(Texto de acción de tabú y normalización, N.º 3): “Quien muestre actitudes discriminatorias, no puede asumir cargos de responsabilidad y conducción. Para apoyar la sensibilización, la Iglesia católica de Alemania, trabaja con organismos contrarios a la discriminación, siendo éstos, eclesiales, estatales y de la sociedad civil.
Según la enmienda aprobada en la última Asamblea Sinodal, esto es „decididamente demasiado poco“. Por lo tanto, debe añadirse también:
(Texto de acción “lemininando tabúes, N.º 3): “Los comportamientos discriminatorios deben ser condenados por principio y también castigados si es necesario.
Enlace al texto base: “La vida sacerdotal hoy” original en alemán:
Enlace al Texto de acción “Rompiendo tabúes y normalización – votación sobre la situación de los sacerdotes no heterosexuales” original en alemán:
Enlace al Texto de acción “El celibato de los sacerdotes – fortalecimiento y apertura” original en alemán:
Foro Sinodal III „Las mujeres en los servicios y ministerios de la Iglesia“.
Texto base (segunda lectura, aprobado el 09.09.2022).
En la antropología, según la tradición católica, se aplican dos creencias simultáneamente, sin contradecirse:
- El hombre y la mujer tienen la misma dignidad como seres humanos iguales.
- El hombre y la mujer tienen vocaciones diferentes específicas de su género, lo que no significa que se trate de discriminación.
Este núcleo de la antropología católica se niega a lo largo del texto bajo el lema “justicia de género”. Aunque este término podría entenderse dentro de la enseñanza católica, se utiliza, sin embargo, según la teoría de género (multiplicidad de identidades sexuales). La binaridad sexual debe ser disuelta debido a las extrañas desviaciones intersexuales. A la complentaridad del hombre y la mujer tiene se le da una connotación negativa. Por lo tanto, las personas solo deben ser vistas neutralmente de en función de sus talentos. Con ello, el hecho de que Jesús sea un hombre, no tiene ningún significado para la vocación al ministerio sacerdotal.
Se ignora el poder simbólico de la sexualidad corporal: la mujer, que puede ser esposa y madre (concebir la vida y llevarla dentro de sí, amamantar al niño desde su cuerpo); y el hombre, que puede ser esposo y padre (engendrar, proteger y promover la vida). Como consecuencia, se disuelve el marco de orientación antropológica de los sacramentos del Orden sacerdotal y del Matrimonio.
El sacerdocio especial (ordenado) ya no se distingue, esencialmente sino sólo gradualmente del sacerdocio común de todos los creyentes, mezclando los servicios del “sacerdocio común” con los del sacerdocio “especial” (ordenado): servicios de
- Evangelización / anuncio,
- de acciones de caridad y
- de la Liturgia / en la presidencia de la Eucaristía.
En general, la jerarquía debe ser disuelta.
Para el sacramento de la Eucaristía, no debe presuponerse ninguna semejanza natural con el ser hombre de Jesús. Debe superarse la concepción sacerdotal y de cultual del ministerio, ya que la tarea más importante de la celebración eucarística no es el sacrificio de la Misa, sino el anuncio del Evangelio.
Aunque la ‘Ordinatio Sacerdotalis’ (22.05.1994) se considera doctrina infalible (respuesta al ‘dubium’ con comentario el 28.10.1995, y la nueva aclaración el 29.05.2018), la ordenación de mujeres al sacerdocio se considera por 45 obispos alemanes como una cuestión abierta a la discusión. Con esto se cuestiona la autoridad del Magisterio.
Traducción de las citas originales del texto original alemán:
(57-64): “Es imprescindible reflexionar sobre las diferentes posiciones teológicas desde la perspectiva de la ‘justicia de género’, entrar en un estrecho intercambio con las ciencias sociales, humanísticas y los estudios culturales, y retomar, constructivamente, sus reflexiones teóricas sobre el género. En este contexto, también hay que tener en cuenta que hay personas en la Iglesia católica romana que no experimentan su identidad de género apropiadamente atendida en la distinción entre hombre y mujer.”
(187-191): “La justicia de género se da cuando cada persona, en su respectivo contexto social, independientemente de su género o de su identidad de género, tiene los mismos derechos y las mismas oportunidades de participar de los bienes y de acceder a los cargos y posiciones, y puede llevar así una vida autodeterminada.”
(223): “Por lo tanto, el género, en el sentido social del género, ha de ser visto de forma multidimensional.”
(1117-21): Aquí se niega la humanidad común del hombre y la mujer:“Quien considere que el indiscutible sexo biológico de Jesús como hombre tiene importancia en este contexto teológico, corre el riesgo de poner en duda la redención de Dios a la mujer, ya que sólo serían redimidos aquellos cuya naturaleza humana ha sido por Dios.
(12-18): “Porque todos son “uno en Cristo, Jesús”, la no admisión de las mujeres a participar en los ministerios ordenados eclesiales, requiere urgentemente una renovada revisión teológica y antropológica a la luz de los actuales signos de los tiempos.”
(1393-1396): “En el futuro, el género ya no debe decidir la asignación de ministerios, sino la vocación, las habilidades y las competencias que sirvan para el anuncio del Evangelio en nuestro tiempo.”
(319-320): “La Iglesia adquiere su forma visible, sobre todo, en las celebraciones litúrgicas, en la catequesis y en la diaconía“.
(1192f): “Jesucristo representa a quien recibe a los más pobres de los pobres”.
(1224-1229): “¿Debe ser realmente la hombría del ministro, su físico corporal, lo que le cualifique para representar adecuadamente a Jesucristo en la celebración de la Eucaristía? Fundamentalmente, cualquier exageración espiritual de la diferencia de género con el propósito de asignar roles eclesiales debe ser cuestionada críticamente, especialmente en el contexto de la teología del ministerio.”
(1162-1164): “Se supera así una comprensión sacerdotal-cultual del oficio, que en la antigüedad tardía y en la escolástica condujo a una reinterpretación del sacerdocio, que establecía su tarea más importante en ofrenda del sacrificio de la Misa.”
(45-52): El Foro Sinodal III pregunta “a la máxima autoridad de la Iglesia (el Papa y Concilio), si la enseñanza de la ‘Ordinatio Sacerdotalis’ no debería ser examinada.”
(1264-1267): “Al mismo tiempo, se plantea la pregunta de qué significa que obispos individuales consideren hoy que la cuestión está abierta y exigan a una argumentación más profunda en sintonía con la investigación teológica.”
Enlace al documento original en alemán: https://www.synodalerweg.de/fileadmin/Synodalerweg/Dokumente_Reden_Beitraege/SV-IV/T5NEU_SV-IV_7_Synodalforum_III-Grundtext-2.Lesung.pdf
Foro Sinodal III – Texto de acción: “El anuncio del Evangelio por las mujeres en la Palabra y el Sacramento”
(aprobado el 10.09.2022)
El texto de acción se basa en una comprensión funcional del sacramento del Orden, así como en una eclesiología pelagiana.
Por razones pragmáticas, la administración de un sacramento, por ejemplo, debe ser confiada al catequista. Falta una distinción clara y una definición adecuada de la relación entre Orden y Carisma. Los cánones del CIC (Código de Derecho Canónico) que contienen excepciones deben servir de base para los casos regulares. El texto revela el esfuerzo hacia una clericalización de la Iglesia, para que las tareas sacramentales reservadas a los ministros ordenados (bautismo, homilía, matrimonio, unción de enfermos, confesión) deban ser abiertas a los laicos. Esto contradice el esfuerzo por fortalecer el apostolado de los laicos, ya previsto por el Vaticano II y puesto en práctica por el Papa Francisco a través de la apertura del ministerio de los lectores y acólitos a todos los fieles y la reactivación del ministerio de los catequistas.
Traducción de las citas originales del texto alemán:
“(Los obispos alemanes) abogan por una norma particular del canon 766 del CIC 1983, por la cual a los/as acompañantes espirituales no ordenados/as teológica y homiléticamente cualificados, puedan recibir el encargo de ser anunciadores del Evangelio en el ministerio de la predicación permanente de la Iglesia local, conforme a las necesidades pastorales reconocidas por el Ordinario del lugar en todas las formas de la liturgia.”
“En los órganos de la Conferencia Episcopal Alemana, teniendo en cuenta los documentos ya existentes en cada una de las diócesis alemanas y en la Iglesia universal, se está elaborando un marco de ordenamiento para el nombramiento de mujeres laicas para presidir la celebración del bautismo y la asistencia en el consentimiento matrimonial.”
“También se aconsejan posibilidades de revivir la confesión laica en el contexto del acompañamiento espiritual. Igualmente, se considera la importancia de la bendición a los enfermos y la unción de los enfermos de cara a todos los agentes pastorales actúan en el acompañamiento de los enfermos.”
Enlace al documento original en alemán:
Foro Sinodal III – Texto de acción: “Medidas contra los abusos a las mujeres en la Iglesia”
El principal punto débil del texto es la persistente vaguedad del término “abuso espiritual”.
La falta de una claridad terminológica podría abrir el camino para que, acompañantes espirituales con ideas indeseadas, puedan ofrecer acompañamiento espiritual, con lo que aumentarían las denuncias a acompañantes espirituales.
Además, el texto no distingue claramente entre las diferentes formas de abuso, por ejemplo, en las propuestas de los programas de prevención.
Cita: “Se sabe desde hace años que numerosos adultos, especialmente mujeres adultas, son víctimas de abusos espirituales y/o sexuales en la Iglesia católica; al mismo tiempo, las normas legales son insuficientes. El abuso sexual y el abuso espiritual suelen ir de la mano en el contexto eclesial.”
Enlace al documento original en alemán:
Foro Sinodal III – Texto de acción: “Presencia y conducción: las mujeres en la Iglesia y en la teología”
El principal motivo de crítica radica en la tendencia a desvincular la conducción del sacramento del Orden para cederlo parcialmente a los laicos, especialmente a las mujeres. Los modelos alternativos de conducción exigidos contradicen el Nr 66 de la Instrucción „La conversión pastoral de la parroquia“ (2020), que rechaza un abuso del canon 517 del CIC. Falta esclarecimiento sobre la inclusión de las mujeres en la formación sacerdotal. Hay que rechazar una justificación basada en la teoría de género, pero es de agradecer un examen crítico de la misma.
Traducción de las citas originales del texto alemán:
“Se están practicando y probando nuevos modelos de conducción en la pastoral. (…) Además del modelo del párroco canónico, el más utilizado en las diócesis alemanas, existen diversos conceptos de conducción a nivel parroquial, en los que las tareas de conducción se delegan a la responsabilidad conjunta de un equipo. En algunas diócesis se aplica el canon 517 § 2 del CIC: los diáconos y los/las laicos/as pueden participar “en el ejercicio de la pastoral”, es decir, en la atención pastoral integral en las parroquias. El obispo diocesano puede dar el encargo a colaboradores a tiempo completo y a voluntarios, solos o en equipo, para que participen en el ejercicio de la atención pastoral de una parroquia o de una comunidad parroquial. “
“Esto requiere una mayor reflexión teológico-científica y una redefinición de la relación entre ordenación y conducción.”
Enlace al documento original en alemán:
Foro Sinodal IV
“Vivir en relaciones exitosas – principios básicos de una ética sexual renovada” Texto base
Segunda lectura para la cuarta Asamblea sinodal del 08-10.09.2022, resuelto con sí: 159 votos; no: 33 votos; abstenciones: 4 votos. Texto rechazado sin embargo por la minoría de bloqueo válida de un tercio (21 votos) de los obispos de la Asamblea)
Todo gira en torno al tema de la “homosexualidad”, no en torno a la preocupación justificada de una nueva pastoral con los afectados. El desorden fáctico entre los dos sexos (Rom 1) debe ser reinterpretado como parte del orden divino. Aquí, el hecho de que la intersexualidad y la transexualidad rara vez ocurren, se usa como trampolín para entender la diversidad de “orientaciones sexuales” en la teoría de género como identidades de género creadas.
La exigencia de que “al principio el Creador los hizo hombre y mujer” (Mt 19,4) se ve debilitada; los géneros “no binarios” como “variantes de la norma sexual” y “el buen regalo de la creación de Dios” deben establecerse en términos morales y teológicos: dado que Dios creó a las personas de esta manera, su identidad y orientación sexual son intrínsecamente buenas y deben/pueden ser vividas.
Se niega la relación incuestionable entre el monoteísmo y la monogamia: el lugar auténtico de la unión sexual no es sólo el matrimonio para toda la vida del hombre y la mujer; se supone que el sexo legítimo se da en muchas ocasiones. Para ello, el rechazo unánime de las Escrituras y la tradición es ignorado, reinterpretado, declarado como “discriminación”, incluso responsabilizándolo del abuso sexual en la Iglesia. Principalmente el “no” de la Iglesia, debe caer moderado por la misericordia a la diversidad de autorealización pre, extra y posmatrimoniales y auto-sexuales.
En una ética individual que debilita los mandamientos, la “moral” debe consistir, principalmente, en respetar el acuerdo de no violencia, simetría y “amor” en el sexo. La coincidencia con los objetivos de la revolución sexual general se justifica con supuestos descubrimientos humano-científicos que no se presentan y que, cuando se presentan, son hipotéticos o falsos, en todo caso no son de consenso científico.
Traducción de las citas originales del texto alemán:
(Preámbulo): “Hoy vemos que la ética sexual de la Iglesia ha favorecido los delitos de violencia sexual en la Iglesia.”
(Preámbulo): “Cada uno/a de nosotros/as, en su propia área de responsabilidad, teniendo en cuenta los nuevos desarrollos de las ciencias humanas y llevando el mensaje de Jesús del amor de Dios a todos los hombres, se compromete a renovar la enseñanza (doctrina) y la praxis de la Iglesia en el ámbito de la sexualidad humana. En particular, el precepto según el cual las relaciones sexuales son éticamente aceptables sólo en el contexto de un matrimonio legítimo y sólo si hay una apertura constante a la procreación, ha llevado a una profunda ruptura entre el Magisterio y los fieles.”
(B.7.2.): “La sexualidad auto-estimulada no es una forma de pura autocomplacencia, sino otra forma importante de la sexualidad humana junto a las relaciones interpersonales.”
(B.8.9.): “Las bendiciones para las parejas del mismo sexo son controvertidas en la Iglesia, por lo que pueden y deben buscarse rituales y formas de bendición propias para otras formas de alienza de vida distintas del matrimonio, a pesar de la respuesta negativa de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 15 de marzo de 2021.”
(B.8.5): “Con el segundo matrimonio civil, comienza una nueva alianza para la vida para las personas afectadas.”
(A.1.): “… la homosexualidad (…) no es un factor de riesgo para el abuso sexual y, por tanto, demuestra la necesidad de un cambio en la enseñanza (doctrina) de la Iglesia con respecto a las relaciones de pareja y la sexualidad.”
(A.2.1.): “Demasiadas personas creyentes sienten una distancia, ya insalvable, entre las interpretaciones y normas de la enseñanza sexual de la Iglesia, por un lado, y sus propias experiencias sexuales, por el otro. También experimentan cómo la fe cristiana hace posible la experiencia de relaciones gozosas y liberadoras, incluso en situaciones que el Magisterio considera todavía ilegítimas.”
(A.2.3.): “Hoy en día, las personas desean y esperan poder gestionar su vida de forma autónoma, además de tener derecho a hacerlo, y son conscientes de que tal ambición está en consonancia con la tradición bíblica y la enseñanza de la Iglesia, que subrayan la gran importancia de una forma de vida autodeterminada y autoresponsable (…) Esto también es válido para la autodeterminación en el ámbito de su sexualidad.”
(A.2.5.): “Muchos creyentes perciben la moral sexual de la Iglesia como una herramienta utilizada para ejercer un poder, sutil o manifiesto, sobre el modo de vida de las personas.”
(B.1.5. Línea 1): “La dignidad de la persona (…) incluye el derecho a la autodeterminación sexual (…) así como el respeto a la identidad sexual, independientemente de la edad o la orientación sexual de cada individuo.”
(B.2.2.): “Lo que habitualmente se denomina sexo biológico, que “a primera vista” suele llamarse como “femenino” o “masculino” en función de las características sexuales externas de una persona, se debe a su vez a un complejo proceso donde interactúan factores genéticos y epigenéticos que dan lugar a variantes biológicas de género. Al hacerlo, sientan las bases para una amplia gama de identitad de género biopsicosocial, cuyo aspecto posible va más allá de las variantes interpretativas de “masculino” y “femenino” (…) Como Iglesia debemos respetar la autocomprensión individual de la identidad de género de cada ser humano como parte inviolable de su “ser imagen de Dios” (Is 43,7).”
(B.2.3.): “Es urgente el reconocimiento de la equivalencia y legitimidad de las orientaciones, prácticas y relaciones no heterosexuales y, en este contexto, eliminar la discriminación basada en la orientación sexual. (…) Visto así, no sólo es normal ser diferente, sino también diferente es ser normal.”
(B.4.5.): “La encíclica Humanae vitae (1968) calificaba como degradación, sí, incluso la deslegitimación, de todo acto sexual que no pueda conducir a la concepción de hijos. Esto, no sólo afecta a la sexualidad de las personas que viven en la homosexualidad, sino que también afecta a las personas con discapacidades (físicas) o a todas las parejas casadas que, por razones de edad, ya no son biológicamente fértiles.”
Enlace al documento original en alemán:
https://www.synodalerweg.de/fileadmin/Synodalerweg/Dokumente_Reden_Beitraege/SV-IV/SV-IV_Synodalforum-IV-Grundtext-Lesung2.pdf
Foro Sinodal IV – Texto de acción: “Reevaluación del Magisterio respecto de de la homosexualidad”
(Resuelto el 09.09.2022, sí: 170 votos; no: 14 votos; abstenciones: 9 votos)
Traducción de las citas originales del texto alemán:
(24-26): “La orientación sexual de cada persona humana es una parte inseparable de ella. No es auto-seleccionada y no puede ser cambiada. (…) Dado que la orientación homosexual pertenece al ser humano tal y como fue creado por Dios, no debe ser juzgada éticamente de forma diferente a la orientación heterosexual.”
(34-42): “La sexualidad genital responsable en las relaciones con otra persona se orienta hacia el respeto de la dignidad, la autodeterminación, el amor, la fidelidad, la responsabilidad mutua y las dimensiones específicas de la fertilidad. Tiene lugar en las relaciones diseñadas para ser exclusivas y duraderas. La sexualidad entre personas del mismo sexo, también materializada en actos sexuales, no es, pues, un pecado que separa de Dios, y no debe ser juzgada como mala en sí misma. Más bien debe medirse en función de los valores mencionados.”
(84-92): “El estado actual de las ciencias humanas es: la homosexualidad y la bisexualidad no son enfermedades, ni trastornos, ni algo que se pueda elegir. Más bien, representan variantes minoritarias naturales de las estructuras de preferencias sexuales humanas. Estas preferencias sexuales no se pueden cambiar. (…) La homosexualidad es una variante de la norma y no una “variante negativa” (Texto base A 2.3). Pertenece, como un caso normal, a la buena creación de Dios.”
(128-133): “El temor al asunto que ha surgido en general de la anterior enseñanza
sexual de la Iglesia, y la homosexualidad, en particular, son causas sistémicas de los delitos de abuso en la Iglesia, ya que, en muchos casos, se obstaculiza o impide el desarrollo de una sexualidad madura. Entre otras cosas, el hecho de que la homosexualidad se ha considerado hasta ahora un obstáculo para la ordenación tiene un efecto adverso.
Enlace al texto original en alemán:
https://www.synodalerweg.de/fileadmin/Synodalerweg/Dokumente_Reden_Beitraege/SV-IV/T9NEU_SVIV_13_Synodalforum-IV-Handlungstext_LehramtlicheNeubewertungVonHomosexualitaet-2.Lesung.pdf
Foro Sinodal IV – Texto de acción “Ordenamiento base del servicio en la Iglesia”
(aprobado el 09.09.2022; sí: 175 votos; no: 8 votos; abstenciones: 13 votos)
Traducción de las citas originales del texto alemán:
(65-69): “Se incluirá una cláusula de no discriminación en el ordenamiento base que prohíba a los empleadores eclesiales no contratar a una persona por motivos de identidad de género o forma de vida personal, o despedir a un empleado de la Iglesia por estos motivos.”
(151-158): “Esta Asamblea Sinodal tiene en consideración un nuevo matrimonio, la intersexualidad, la transexualidad, la homosexualidad y, en consecuencia, las uniones homosexuales de forma diferente a los textos oficiales de la Iglesia vigentes hasta ahora (Texto base B.2.2-5, B.5.1-5, B.8.5-7). Bajo este punto de vista, la adecuación del ordenamiento básico y de las prácticas relativas a la concesión de la missio canonica y del nihil obstat, es una consecuencia necesaria e impostergable.
Enlace al texto original en alemán:
https://www.synodalerweg.de/fileadmin/Synodalerweg/Dokumente_Reden_Beitraege/SV-IV/T8NEU_SVIV_12_Synodalforum-IV-Handlungstext_GrundordnungDesKirchlichenDienstes-2.Lesung.pdf
Foro Sinodal IV – Texto de acción “Abordar la diversidad de género”
Primera lectura
(decidida el 10.09.2022; sí: 155 votos; no: 9 votos; abstenciones: 12 votos)
Traducción de las citas originales del texto alemán:
(Introducción): “Al recurrir a los relatos bíblicos de la creación y con la acusación de la “ideología de género”, las personas intersexuales y transexuales, así como los homosexuales, son cada vez más marginados, patologizados y despreciados. El Magisterio sólo reconoce la dualidad exclusiva del género en la forma de hombre y mujer, determinada por criterios físicos. Al hacerlo, el Magisterio ignora o desprecia, en gran medida, los estudios de la psicología, la medicina y la antropología, según los cuales, el género también conoce variantes no binarias (…).”
(Solicitud 2.1.): “La normativa antropológica del género en la ley natural su legitimación mediante el recurso a los textos bíblicos de la creación, requiere una revisión con los conocimientos de los estudios bíblicos y la teología moderna.”
(Solicitud 2.2.): “Las instituciones católicas, las personas responsables en la Iglesia y los/las políticos/as católicos/as no deben seguir menospreciando a nuestros hermanos y hermanas en la fe, trans e intersexuales (pero también homosexuales y bisexuales), especialmente bajo la acusación general de “ideología de género” o de la “agenda LGBTIQ”. De este modo, se han creado y fomentado imágenes enemigas que, en algunos casos, van incluso acompañadas de violaciones de los derechos humanos.”
Enlace al texto original en alemán:
https://www.synodalerweg.de/fileadmin/Synodalerweg/Dokumente_Reden_Beitraege/SV-IV/SV_IV_-_Synodalforum_IV_-_Handlungstext.UmgangMitGeschlechtlicherVielfalt_-_Lesung1.pdf